El Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado, comúnmente conocido como SIBO (por sus siglas en inglés), es un trastorno gastrointestinal que afecta a muchas personas en todo el mundo. En este artículo, revisaremos en detalle los síntomas del SIBO, cómo identificarlos y saber cuándo es necesario buscar ayuda médica. Si deseas conocer de manera más general las causas y la definición de esta afección, te invito a visitar el artículo Qué es el SIBO.

¿Qué es SIBO? Definición y Causas Principales

El SIBO se caracteriza por un crecimiento excesivo y anormal de bacterias en el intestino delgado. Generalmente, esta parte del tracto digestivo contiene menos bacterias en comparación con el intestino grueso. Cuando ocurre un sobrecrecimiento, puede generar una gran variedad de síntomas y complicaciones de salud.

Las posibles causas del SIBO incluyen:

• Alteraciones en la motilidad intestinal
• Cambios anatómicos en el intestino
• Deficiencias inmunológicas
• Uso prolongado de ciertos medicamentos
• Baja acidez estomacal producto de estrés sostenido en el tiempo

Comprender qué es SIBO es el primer paso para reconocer sus síntomas y buscar el tratamiento adecuado.

Principales Signos y Síntomas del SIBO

Los síntomas del SIBO varían en intensidad y frecuencia entre los pacientes. Es esencial estar pendiente de estas manifestaciones para identificar la condición lo antes posible.

1. Síntomas Gastrointestinales

• Distensión Abdominal: Uno de los signos más frecuentes. Se manifiesta como hinchazón en el abdomen, a menudo más notoria después de las comidas y que tiende a empeorar a lo largo del día. La distensión parte desde el epigastrio (boca del estómago), los que hemos tenido SIBO la describimos diciendo que parece “guatita de embarazo”.
• Dolor Abdominal: Puede ser difuso o localizado. Los espasmos suelen aliviarse temporalmente tras la expulsión de gases (eructos o pedos) o defecación.
• Flatulencia Excesiva: Ocurre por el aumento en la producción de gases debido a la fermentación bacteriana de los alimentos en el intestino delgado. Hay casos en que los eructos vienen con mal olor, similar al huevo podrido, causado por problemas bacterias productoras de sulfuro.
• Cambios en los Hábitos Intestinales: El SIBO puede desencadenar diarrea, estreñimiento o incluso la alternancia entre ambos. Algunas personas experimentan heces sueltas, mientras que otras lidian con constipación y heces secas (como pelotitas).
• Náuseas y Vómitos: Si bien son menos comunes, algunas personas con SIBO presentan náuseas frecuentes o episodios de vómitos.

2. Síntomas Sistémicos

• Fatiga Crónica: Muchos pacientes con SIBO se sienten constantemente cansados, incluso si duermen lo suficiente.
• Deficiencias Nutricionales: El SIBO puede afectar la absorción de nutrientes, derivando en carencias de vitaminas y minerales (vitamina B12, hierro, etc.). Se manifiesta como anemia, debilidad muscular, problemas en la piel o cabello quebradizo.
• Pérdida de Peso Inexplicable: Algunos pacientes bajan de peso sin cambiar sus hábitos alimenticios.
• Problemas Cutáneos: Condiciones como acné, eczema o dermatitis pueden intensificarse o aparecer con más frecuencia.
• Dolores Articulares: Ciertas personas con SIBO reportan dolores o molestias en las articulaciones, posiblemente relacionados con inflamación sistémica.

Señales Tempranas del SIBO: Cómo Detectarlo a Tiempo

Reconocer los signos iniciales puede favorecer un diagnóstico y tratamiento oportunos. Entre las señales tempranas de SIBO destacan:

• Intolerancia a ciertos alimentos, sobre todo aquellos ricos en carbohidratos fermentables (FODMAPs).
• Sensación de saciedad rápida: Sentirse muy lleno tras ingerir pequeñas porciones.
• Cambios leves en la frecuencia o consistencia de las evacuaciones.
• Fatiga postprandial: Cansancio inusual después de las comidas.
• Reflujo ácido, especialmente si antes no representaba un problema.

El Papel de la Dieta en los Síntomas del SIBO

La alimentación ejerce un impacto crucial en la manifestación y control de los síntomas del SIBO. Muchos pacientes observan que ciertos alimentos intensifican sus malestares, mientras que otros proporcionan alivio.

Alimentos que suelen empeorar los síntomas:

• Carbohidratos Fermentables: Aquellos ricos en FODMAPs, ya que estimulan la producción de gas.
• Lácteos: Es común desarrollar intolerancia a la lactosa en presencia de SIBO. De hecho la proteína de la leche de vaca empeora la condición al promover la hiperpermeabilidad intestinal y la inflamación crónica de bajo grado.
• Alimentos Procesados: Pueden alimentar el sobrecrecimiento bacteriano y ser más difíciles de digerir.

Alimentos que pueden aportar alivio:

• Proteínas magras: Carnes, pescados y aves, por lo general, resultan más fáciles de tolerar.
• Vegetales de hoja verde: Ricos en nutrientes y habitualmente bien asimilados.
• Grasas saludables: Como aceite de oliva o aguacate, que también aportan nutrientes beneficiosos.

La tolerancia alimentaria varía de persona a persona. Por ello, lo ideal es trabajar de la mano de un nutricionista especialista en el tema para elaborar un plan alimenticio personalizado.

Diagnóstico del SIBO: Métodos y Pruebas Usuales

El diagnóstico del SIBO combina la evaluación clínica con pruebas específicas. Si presentas síntomas persistentes, un gastroenterólogo puede recomendar:

1. Prueba de Aliento: Mide hidrógeno y metano en el aliento tras ingerir una solución de lactulosa (el test de aire espirado más frecuente).

2. Análisis de Sangre: Revela posibles deficiencias nutricionales comunes en el SIBO (vitamina B12, hierro, etc.).

3. Endoscopia con Aspiración del Intestino Delgado: Aunque es más invasiva, permite un análisis directo del contenido bacteriano en el intestino delgado.

4. Pruebas de Imagen: Radiografías o tomografías computarizadas pueden ayudar a descartar otras patologías con síntomas similares.

Debido a que los síntomas del SIBO pueden solaparse con otras afecciones digestivas, es fundamental contar con un diagnóstico preciso a cargo de un especialista.

Tratamientos para el SIBO: Opciones Tradicionales y Nuevas Perspectivas

El tratamiento del SIBO suele incluir antibióticos y ajustes en la dieta, aunque la estrategia final dependerá de la causa subyacente y de la intensidad de los síntomas.

Enfoques Comunes:

• Antibióticos: El enfoque médico generalmente será recetar fármacos como la rifaximina para reducir la proliferación bacteriana.
• Modificaciones Dietéticas: Dietas bajas en FODMAPs o mejor aún, el Protocolo Bifásico es una tratamiento crucial para reducir el sobrecrecimiento bacteriano y los síntomas. Si sospechas tener SIBO puedo ayudarte, revisa mi servicio Consulta Nutricional en el SIBO
• Probióticos: Aunque existe controversia, algunos estudios sugieren que ciertos probióticos son útiles en casos de SIBO. Personalmente los recomiendo después del protocolo bifásico.
• Tratamiento de Condiciones Subyacentes: Si el SIBO surge a raíz de otra patología, tratarla es esencial para un control a largo plazo.

Tratamiento natural para el SIBO

Además de seguir el protocolo bifásico, recomiendo suplementos naturales que actúen como antibióticos naturales o que ayuden a reestablecer la mucosa digestiva y el correcto funcionamiento del sistema digestivo. Dentro de ellos se encuentra el aceite de orégano, aminoácidos como la glutamina, hongo como melena de león, betaína, enzimas digestivas, entre otros.

¿Cuándo Buscar Ayuda Médica?

Si sospechas que padeces SIBO, es vital que consultes a un profesional. Debes acudir al médico si presentas:

• Síntomas digestivos persistentes durante más de unas pocas semanas.
• Pérdida de peso inexplicable.
• Fatiga crónica que interfiere en tu rutina diaria.
• Dolor abdominal agudo o recurrente.
• Signos de malnutrición, como debilidad muscular o cambios en piel y cabello.

Contar con un diagnóstico y tratamiento temprano puede prevenir complicaciones mayores y mejorar considerablemente tu calidad de vida.

Conclusión: Hacia una Mejor Salud Digestiva

El SIBO es una condición compleja que puede repercutir de forma significativa en la salud y el bienestar de quien lo padece. Reconocer los síntomas del SIBO de manera temprana es fundamental para encaminarse a un diagnóstico y tratamiento adecuados. Con las estrategias correctas y la guía de profesionales de la salud, muchas personas logran mejorar sus molestias digestivas y volver a gozar de una vida plena.

Recuerda: cada caso de SIBO es único, y lo que beneficia a una persona puede no ser igual de efectivo en otra. La clave está en colaborar de cerca con tu equipo médico y mantener la paciencia para hallar el mejor enfoque terapéutico posible.

Si quieres un plan de alimentación adaptado a tus necesidades con estrategias para mejorar tu bienestar, revisa mi servicio de Nutrición en el SIBO. 

Enlace recomendado:

Si aún no lo has hecho, revisa nuestro artículo Qué es el SIBO para una visión más amplia de este sobrecrecimiento bacteriano, sus causas y factores de riesgo. Y ¿Qué es el protocolo bifásico del SIBO? para conocer más acerca del tratamiento nutricional.

Artículo escrito por María Teresa Ruiz, nutricionista integrativa, especializada en alimentación antiinflamatoria y SIBO. Para más información, visita nutritere.cl.